martes, 25 de noviembre de 2008

Cita con Javier Marías el miércoles 17 de diciembre


El texto que comentaremos será el relato "Cuando fui mortal", que da nombre a la recopilación de relatos publicados por la editorial Alfaguara en 1996.
La cita será el próximo día 17 de diciembre a las 15.00 en el Instituto Cervantes de Toulouse.

viernes, 21 de noviembre de 2008

Balance de la sesión sobre Vázquez Montalban


Fuimos 10 las personas que nos reunimos y el balance fue muy positivo.
El texto gustó a la mayoría, si bien se reconoció que la "densidad" del texto, la enormidad de guiños literarios, la presencia de referencias políticas y sociales y la riqueza del lenguaje no lo hacían fácil para lectores menos acostumbrados al relato carvalhesco.

"El signo del zorro" es un relato circular que empieza y acaba con una "sobremesa confesional" entre Carvalho y Fuster, dos vecinos cultos y sibaritas, literaria y gastronómicamente hablando. Aparecen de refilón Charo, la novia de Carvalho, y Biscuter, su secretario y cocinero.

Llamamos la atención sobre el contexto histórico y político en el que se desarrolla la investigación de los tres crímenes: marzo de 1977, en vísperas de las elecciones generales constituyentes y en plena amenaza de reacción antidemocrática ante la inminente legalización del PCE. "La policía no estaba muy amable por aquellas fechas y denunciaras el robo de un bolso o la aparición de un cadáver degollado y firmado solía contestar: ¿No querías democracia?"
Hicimos un repaso de las "víctimas" del relato:
  • Un periodista argentino exiliado, Arturo Piccione, ex comentarista político y abocado al periodismo pornográfico "forzado por las circunstancias".
  • Un chica top-less, Asunción.
  • Un jubilado profesor latinista.
Seguimos a Carvalho durante sus pesquisas con:
  • Juana Sturges, ex mujer de un marine americano y colega de trabajo de Asuncion.
  • Ferrán, "el Maco", guaperas, gigoló y proxeneta, que, tras llegar a las manos con Carvalho, demostró que, "como buen catalán, era pactista y se avino al diálogo".
  • El hijo del profesor, asentado en Suiza y casado con una nativa retorromanche gritona.
Acompañamos a Carvalho en su registro del cuartucho donde vivía el profesor Guardiola, un verdadero ejemplo de escenario sórdido. En un cajón de la mesa de la cocina, Carvalho encuentra unos cuadernos repletos de ejercicios de matemáticas y lengua escritos con letra de posanalfabeto y corregidos con caligrafía elegante. El descubrimiento proyecta más tarde, en la mente del detective, la película de un encuentro sórdido y mágico: el profesor que encuentra a Asunción en su lugar de trabajo, se dirige probablemente a ella en un "lenguaje de otro planeta" y provoca que a la hetaira "se le abrieran los esfínteres de la curiosidad o quizá de la ternura..." Asunción "le regaló aquel día al viejo la ilusión de la inmortalidad" y el viejo Guardiola, como buen intelectual del antiguo régimen no se fue de sus brazos sin hacer "apostolado cultural". Se abrió entonces para Asunción el camino de la redención y la integración por la cultura que, lamentablemente, no tuvo final feliz.

A partir de ahí, los cuadernos llevaron a Carvalho a interrogar a los vecinos del profesor, el cual, "una vez desgatado, desodorizado y muerto" había dejado un recuerdo entrañable. Los vecinos curiosos lo encaminaron sobre la pista del probable autor de los hechos, "el hijo de la señora Remei", asiduo de las clasles particulares de Guardiola. Se trataba de un joven "viejo y triste", un animal maltratado por la esperanza que vivía con una madre en silla de ruedas y con un perro que acabará, al final del relato, degollado en la bañera de otro piso emblema de sordidez. El joven confiesa y justifica sin ningún remordimiento sus crímenes a Carvalho, ante los ojos aterrorizados de la madre paralítica y con el programa-concurso Un, dos tres, como fondo musical.
Se trataría de una historia terrible sino estuviera aderezada con una constante mezcla de humor y tristeza, de poesía y crudeza. Como dice MVM en el prólogo de la obra: "el libro se cierra con la sordidez de un trío y un degüello: un pobre hombre, una pobre mujer y un pobre perro. No exagero. Cosas así he visto y se han visto".

Convinimos todos en que el autor muestra una gran piedad por sus personajes, víctimas de las carencias de sus extracción social y de la implacabilidad de su mundo. Su lenguaje es coloquial, crudo y realista, con constantes apariciones de frases hechas y modismos. Lo que no impidió que disfrutáramos leyendolo y nos pasáramos un buen rato comentándolo.

lunes, 17 de noviembre de 2008

Carvalho y Marguerite Yourcenar

A Carvalho, a juzgar por lo leído en los periódicos, Marguerite Yourcenar le parece una vieja retórica y maniática que escribe libros éticos a la medida de los jefes de gobierno que se hacen sayos con las ética literarias. ¿Qué quiere decir Carvalho al afirmar que dichos gobernantes hacen sayos de las éticas literarias? ¿En qué dicho popular se basa para expresar dicha metáfora?

Fuster y el cocido de tres vuelcos




Al principio del relato de Manuel Vázquez Montalbán, Fuster dice "- cuando me tiente la depresión, abriré una lata de foie y un libro de escritores sólidos , como un cocido de tres vuelcos".
Pero... ¿qué es un cocido de tres vuelcos? ¿alguien se anima a explicarlo?

Un club para lectores en español

El Club de lectura es un espacio de encuentro de lectores, abierto a todos. Es una puesta en común de impresiones, opiniones, conocimientos y experiencias. Nos reuniremos una vez al mes y comentaremos un cuento, un relato o un artículo que habremos distribuido previamente.


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